Había una vez muchos animales en la selva entre ellos un gorila, un conejo, un león, una pantera, una jirafa, una serpiente, un águila dorada, un elefante, una pitón y un dinosaurio.
Una noche el gorila se fue a dormir, de pronto llegó el dinosaurio con el león y asustó al gorila, el cual salió corriendo, se escondió detrás de un árbol, enojándose porque lo habían asustado.
El león después de haber cometido tal travesura, se tropezó con una piedra cayendo rodando por un cerro hasta llegar a un río, en el que había un cocodrilo que se lo quería comer. Sorpresivamente el cocodrilo abrió su gran hocico para comer al león, pero sus amigos, el canguro, la pitón, el águila dorada, la jirafa y su familia lo salvaron.
Así es como el león se arrepintió de haber asustado al gorila y se disgustó con el dinosaurio por proponerle que hicieran eso, mordiéndole una pata al dinosaurio; quien no resistió los dolores y falleció. Todos los animales de la selva asistieron a su funeral, enterrándolo al lado del árbol más grande que existía allí.
Al final, todos se dieron cuenta que estaba malo asustar a los demás y por eso, el dinosaurio resucita por el arrepentimiento de sus amigos.